Falleció Luis Mendoza Lara,
editorialista de devenir.com.mx. Sus restos estarán en Perches de Pensiones del
Chuviscar, durante esta fría mañana de miércoles 27 de marzo de 2013.
Falleció un grande del pensamiento escrito. Un adalid de la prosa exigente,
erótica, revolucionada, critica, con tintes de poesía esotérica, que combinaba
con una ironía su generis, parecía borbotonear sangre de los párrafos, para
herir, solo por eso.
De carácter fuerte, inteligente, ni duda cabe. Más bien brillante de mente,
se daba el gusto de escribir desde arriba, aunque no lo entenderían los de
abajo. Con exigencia personal de obligarse a ser cada vez mejor, y pergeñar
ideas exclusivas, salidas de una mente erizada, asombraba con su estilo
empoetizado, que dejaba atónito con duro vértigo en espiral a sus lectores.
Inquisitivo. Preocupado y desdoblado. Con una inquietud que precía rebasar la
esquizofrenia, Mendoza Lara, como solía presentarse, reflejaba una mentalidad
sostenida en información privilegiada que lograba asimilar vertiginosamente,
adosada del detalle critico, siempre dialéctico, que no dejaba de asombrar por
su versatilidad y al mismo tiempo inamovible.
Firme, de una sola pieza. Sobre todo en referencia su filiación y concepoción
política, se ufanaba y ergordeaba de hacer apología del sistema, y en forma
especial de contravenir la política de la izquerda nacional e internacional,
frente a la concepción sui generis de los logros de la historia septuagenaria
del partido de hegemonía, que defendió cuando trató de la “Visión de Chihuahua
rumbo al Siglo XXI”, desde donde pretendia sostener el Eje del desarrollo de su
querido y autovilipendiado estado de Chihuahua.
“Chihuahuitas, están cerrados, andan en burro todavía”, solía sentenciar.
Nunca mejores frente a un Chilango, preparado para todo, asombraba y con su
comentario. Están encerrados en su propio pecado, sentenciaba.¡Despierten!
El sexenio de César Duarte puede ser recordado como el parteaguas en el que
Chihuahua fincó la transición hacia su refundación, y que ya en el 2021
constituirá el Eje del Siglo XXI Mexicano. Para el estado, significa ampliar el
poder de influir y determinar políticas públicas federales, al alcanzar el
estatus como la tercera entidad que mayor riqueza aporta a la economía nacional,
escribia y decía.
Para el país, recuperar su posición como líder de la América Latina,
competirle a las siete principales economías industrializadas y obtener asiento
en el G-8, grupo que decide sobre el sistema económico y político mundial, en
una visión que se finca en el proyecto “Economía del Conocimiento”, y que
consiste en aprovechar el ahorro que resulta de transferir recursos que hasta
hace poco se destinaban a atender a la población menor de 16 años, entonces
mayoritaria, para crear capital humano e infraestructura científica, así como
atacar el apetitoso sector terciario de la economía, aún por explotar: los
servicios, sentenciaba.
No es difícil visualizar los factores que operan a favor de este proyecto del
conocimiento: una vasta dotación de recursos naturales, virtual suficiencia
alimentaria, preeminencia manufacturera, sólidas instituciones educativas e
infraestructura, migración del interior de la República y empuje y reciedumbre,
cuanta y que valiosa información, y sin embargo nadie le hizo caso.
Vivio y murió en su soledad, una soledad rara, muy sola, rumiendo con sus
mujeres y añoranzas metafísicas, rodeado de faldas, pero siempre solo, solo en
su soledad.
Solo una traición podría dejarlo de persistir en su idea de ser grande. Y la
tración llegó, de forma mas artera: un argumento de soliloquio fuliminante, no
le dio tiempo de defenderse y argüir como solo él solía, con verborrea agresiva
y argumentos desfondantes, rabiosos, confabulados, que casi rectitaba cuando de
defender se trataba, y pergeñaba casi religiosamente cuando escribia con una
tensión cuasi dogmatica que asoraba de refilón.
Y los argumentos fluían. Los temas lucian cada vez diversos, multivariados,
irreverentes, atrabancados a veces, pero únicos. Esquizofrénicos, dilatados, con
lujos pocas veces vistos, adosados en el sustento de la razón y el monólogo
informado, creativo, lógicamente entramado, unilateral, combinado con el salto
subjetivo, el determinismo de la vida y la burla de la vbida en su conjunto,
como cuando escribió que llegó Guayaquil, y dijo, el portero me advierte: de
aquel lado no puede caminar. Era la señal.Veo un indigente en su baño,
limpiándose. Avanzo. Es mi día. Estoy de suerte, las chamacas husmean, belleza
tropical, justo en el Ecuador.
Sigo las recomendaciones al pie de la letra, y más avanzo. Todo gira y
sonríe, estoy como siempre, mexicano abierto, mi amigo envuelto en ese confort,
me aventuro. Busco una Bohemia, daría mi vida por una sabrosa cerveza
mexicana.
A regañadientes mi edad entonces hace milagros. Después, mañana una
ecuatoriana gemiría, “Luchito”, y este androide en su trajinar, no tiene otra
obsesión que recrearse como cualquier parroquiano en un Sanborn’s, dulce
palpitar con una vieja, quien sea, pero que sea, con cierto olor, algo de mi
tierra, mi dolor.
Como vivió murió. Acelerado. Exhausto. Adolorido, pero firme. Con los ojos
abiertos de admiración. Enfilosofado. Auténtico. Único, siempre presto para
reconocer la paja en elojo ajeno, pero tambien la viga en el propio, no sin
antes rezongar ante quien sea
Nunca le hicieron caso. Lo juzgaron loco, como todo un grande.
Desaprovecharon un talento que no entendieron. Pero insistia en escribir,
idolatrar a la mujer, a su pequitas, que le dio vida como presumido varón.
Como es la vida. Llega acomodándose entre recovecos ostentosos por mas de 227
dias, con sus mismas noches, y luego se va de tajo, improvisada, sin avisar,
nada de planes, sin oportunidad de compendio, ni de arreglo societil.
Hoy sus restos yacen. ¿No?. Se burla, veo su mueca inmune, que obliga a que
lo cremen. Es lo más fácil y lo habría preferido. Una caja lo retiene en esta
mañana de miércoles en Funeraria Perches del Canal de Chuviscar, frente al
edificio de Pensionse Civeles. Que combinación diriía, Una para alojar la
muerte, otra para evadirla. Ironias de Mendoza.
Fue miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua, A.C. y la
Asociación de Camarguenses Radicados en Chihuahua, A.C. y funcionario del
Instituto Municipal de Planeación, del Gobierno del Municipio de Chihuahua.
No estare físicamente aquí. Tampoco en la pequeña Atenas de Chihuahua, su
Camargo querido. Estoy rumbo al norte. Estoy y no estoy. Pero nada me impide
dedicar estas palabras lumbreras a un amigo. Harto de reclamar. Y Más cuando sus
cenizas serán llevadas a su tierra amada: la Santa Rosalía de su Camargo
adorado.
Ya siento tu reclamo ¡Cabrón Valentín!
Descanse en Paz…Mendoza y yo.
POR:
Valentín Ramírez Llanes de
Tiempo.