Manuel Flores, secretario general de la Sección 21 del STPRM, con sede en Camargo, explicó a El Economista que el objetivo de esta visita será analizar las condiciones actuales de la planta –que en 2002 fue cerrada con el argumento de que tenía baja rentabilidad– para proceder a una reapertura y sus condiciones, como una posible remodelación o el arranque inmediato.
Según Flores, los trabajadores de la paraestatal que permanecieron en Camargo durante el tiempo en que la planta no estuvo operando se encargaron de darle mantenimiento a sus siete reactores de conversión catalítica de gas a amoníaco, por lo que la existe una probabilidad muy alta de que no se requieran trabajos de remodelación.
El complejo petroquímico Camargo, construido hace 45 años, tiene capacidad para producir hasta 450 toneladas diarias de amoniaco, que se utiliza como fertilizante directo para el campo o como materia prima para la producción de urea –otro fertilizante que se fabrica en composición con hidrógeno y nitrógeno–, que a la vez produce dióxido de carbono (CO2), y que podría ser utilizado por la empresa particular, Praxae, para que sea procesado y destinado a plantas refresqueras.
Una vez que se reinicie la producción, agricultores mexicanos del norte del país recibirán fertilizantes a costos 30% menores de los que tienen hoy en día puesto que los importan principalmente de Ucrania, aseguró Manuel Flores.
La planta, dijo el trabajador de Pemex, operó con 280 trabajadores hasta su cierre en 2002; sin embargo, 90 de ellos se jubilaron mientras estuvo cerrada, por lo que se requerirá llenar estas plazas así como contratar a 60 empleados de confianza adicionales, ya que sólo quedaron cuatro empleados de Pemex en estas condiciones laborales al cuidado del complejo.
“Esperemos que se defina la situación. Hemos esperado mucho y con muchas esperanzas para que este centro de trabajo que es tan importante para Camargo, para Chihuahua y para el país vuelva a abrirse y sabemos que será una decisión acertada”, dijo Manuel Flores.
Finalmente, el líder sindical comentó que la posible asociación de Pemex con algún inversionista que inyecte capital privado al complejo Camargo aún está por definirse.
